Objetivo fundamental de la economía Latinoamericana es transitar desde un modelo productor y exportador de recursos naturales a uno que integre ventajas competitivas a través de avances tecnológicos. Según el Foro Económico Mundial (WEF) el 65% de los actuales estudiantes de Educación Primaria trabajarán en profesiones que aún no se han inventado. Habrá trascendentales cambios, los trabajos de mañana no serán los de hoy. Como una manera de sostener en el tiempo el crecimiento y desarrollo que está alcanzando América Latina se hace necesario preparar a las generaciones futuras, incentivando y promoviendo la renovación de conocimientos y habilidades en todas las áreas del saber. La actual revolución industrial está caracterizada por la fusión de tecnologías que están borrando las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico. A la inversión en tecnología de las grandes empresas se debe agregar la necesaria formación de capital humano para la academia y la producción, de modo que la calificación científica trascienda las generaciones; para esto es esencial la promoción del emprendimiento y la innovación.
Parte importante de la población está logrando avances significativos en su acceso a la educación universitaria, buscando posteriormente profundizar y especializar aún más sus conocimientos y materializar sus ideas. Para ello se requiere de lugares interdisciplinarios dedicados a la investigación aplicada que permita el desarrollo de soluciones innovadoras. La innovación y difusión de nuevas ideas y tecnologías es un poderoso impulsor del crecimiento económico, cultural y de creación de empleo. La competencia con naciones desarrolladas obliga a concentrarse en dar valor agregado a las propias potencialidades y requiere de un impulso gigante en investigación e innovación. La persistente desigualdad de recursos con los países desarrollados ha producido que muchos investigadores e innovadores emigren a países donde se les ofrecen las facilidades, recursos e la infraestructura que requieren para llevar adelante sus iniciativas, ideas y proyectos, produciendo una merma en la capacidad de los países para desarrollarse, generar nuevo conocimiento, transmitir experiencia y en definitiva progresar social, cultural y económicamente. El trabajo interdisciplinario fomenta las relaciones entre profesionales de diferentes conocimientos y sectores, lo que puede desembocar en intercambio, colaboración y emprendimientos colectivos de todo tipo. Un decidido apoyo del Estado, de las universidades, fundaciones y empresas privadas permitiría el surgimiento de polos de innovación, investigación y desarrollo en las más diversas materias en lugares con riquezas naturales, potencial educacional y/o bagaje intelectual, cultural o artístico.
A partir de este análisis el VIII CONCURSO ADOACERO PARA ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA 2019 propone un tema en torno a la ciencia, la tecnología y el pensamiento, una “Fábrica de Ideas e Innovación” que permita inventar el futuro. En las Bases Técnicas del concurso se propondrá un programa básico en que se sugiere los principales servicios y recintos con que cuentan proyectos de este tipo, el que podrá ser modificado de acuerdo con el área de investigación escogida y a la realidad local. Los alumnos deberán investigar acerca de un tema de su interés para así poder proyectar considerando la adecuada inserción del proyecto en el lugar escogido, una solución original al requerimiento, el tratamiento del entorno y el correcto uso del acero. Los proyectos deberán tener presente los temas medioambientales, sustentabilidad y de ahorro de energía en sintonía con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y dar cuenta de la riqueza cultural, la identidad de los lugares en que se emplazan, de las personas que la habitan, y de su diversidad geográfica. Una “Fábrica de Ideas e Innovación” otorga total libertad a los alumnos de escoger un tema según sus intereses. Este requerimiento abre campos para el pensamiento arquitectónico en lo relativo al conocimiento, investigación, preservación y difusión del quehacer multidisciplinario en muchas materias. Se propone, como parte del desarrollo de este proyecto, que los equipos concursantes sometan la localización, así como su programa a un profundo análisis a fin de que la propuesta constituya una real necesidad y un aporte para la comunidad en que se enclave. Proyectos de este tipo permiten la participación de la comunidad, promueven el intercambio social entre los usuarios, fomentan el desarrollo de actividades formativas, dando sentido de pertenencia y la consecuente responsabilidad de la comunidad en el cuidado del entorno y de las facilidades puestas a su disposición. Además, impulsa la formación de focos de desarrollo que permite incorporar a futuro otros servicios y equipamientos. Es importante que cada equipo concursante, en base al programa sugerido, dimensione el proyecto y su tamaño de acuerdo con el lugar donde lo emplaza de modo tal que el resultado sea bien proporcionado, es decir que el equipamiento creado y la estructura a la que sirve se equilibren adecuadamente, sin sobredimensionar o subdimensionar a ninguno de ellos.